domingo, 30 de octubre de 2011

Agenda: Desfile Spring 2012 - L’ Ecole en Buenos Aires Runway

Pablo Ramírez: Presenta L’ Ecole en Buenos Aires Runway

“La colección empezó a gestarse hace un año, cuando el director teatral Alfredo Arias me invitó a participar de una lecturas de textos de Manuel Puig en Villa Ocampo y me tocó interpretar a una maestra muy severa.  A partir de entonces pensé en el retorno a las clases como una celebración”, dice Pablo Ramírez sobre “ L’ Ecole” (La Escuela), su homenaje a los delantales del imaginario escolar de antaño.  Y cuya representación, en versión “alto verano” y  en el contexto de “Buenos Aires Runway”, consistirá en una tertulia, reunión de cumbre de maestras, de celadoras y su alumnado  que convocará a modelos de diversas generaciones- se anuncian cameos y diversos regresos a la pasarela-.


La trama de moda estival de Ramírez propone variaciones sobre el guardapolvo con tablitas, vestidos con morfologías de delantales que Joan Crawford hubiera lucido en un film de los años cuarenta y en blanco y negro, emulando a una maestra porteña   reúne  vestidos de debutantes para clases de ballet y de arte  y rigurosas siluetas de institutrices. En el inicio irrumpen atavíos de día, con predominio del blanco, la gabardina mil rayas azul y blanca y luego suma el negro combinado con blanco, para  concluir con  seda, muselinas y encajes negros que sugieren la piel vía enaguas color carne.

Se impone destacar que los guardapolvos tuvieron su prueba piloto durante el invierno 2011 en el contexto de “Patria Petrona” (la muestra de tortas de cerámica ideadas por  Alfredo Arias, atuendos de Ramírez para celebraciones y las pinturas de Juan Stoppani que celebró a la mítica  cocinera). Transcurrió  en una sala de la “ Fundación Proa ”y  en la secuencia inicial, junto a la vitrina que exhibía una torta en blanco y celeste y  en formato 18 x 43 cm, irrumpieron a modo de escoltas dos  maniquíes con guardapolvos de alta costura:  el pequeño llevaba  un  delantal de tablas almidonadas, mientras que  el delantal de maestra  exaltaba una silueta entallada,  a modo de gag , sus  bolsillos lucían cual sobres o carteritas de noche. Ramírez esgrimió  que los había pensado “como si fueran bolsillos  para guardar el borrador y las tizas  pero muy llenos de cosas”.


¿Su  representación de los estilos escolares remite a  un simulacro de fiesta en algún salón de actos?

- Podríamos decir que el recorrido de “L Ecole “se inicia en el patio del colegio y las galerías,  continúa por las aulas y las clases de arte y de ballet, se pasea por el gabinete y la dirección y culmina en el salón de actos, donde transcurre el baile de egresados; considero que construí  un relato de alumnas traviesas y de maestras severas mezclando el estilo de Niní Marshall con el de Joan Crawford.


¿En qué se  diferencia de la colección presentada en el Estocolmo Fashion Week?
- La presentación  de la colección en “Buenos Aires Runway” es más extensa y va a profundizar todos los looks y las combinaciones, así como el peinado de las maestras es un homenaje a Joan Crawford en el  film “Mildred Pierce”-(Michael Curtiz, 1941). Los materiales van desde el poplin de algodón, la seda natural, el shangtung, la muselina, el encaje, la gabardina  mil rayas, un jacquard  de raso con pintitas, una muselina impresa con polka dots  forrada en satén, raso de seda negra.  Sumé ropa de noche de la colección Prêt-à-Porter y algunos trajes que se harán por encargo y  a medida.

La prenda más iconoclasta del “alto verano”  en la  colección de tema escolar resultó un  mini jardinero que exhibirá las piernas. Aunque del imaginario de su atuendo escolar y estival, recuerda, como favoritas  un blazer azul tomado prestado del placard de su padre  y una camisa blanca, es vox populi que  Ramírez  no tiene simpatía por los estilos que predominan en el verano- se lo puede escuchar en las redes sociales o en foros enfurecido ante la visión de un simple par de ojotas y también ante la proliferación de miniskirts o los soutiens a la vista, de ahí que ensaya un breve  manual de estilo para el alto verano y dictamina: “Considero que tener estilo en el  cruel verano es muy difícil,  mi primera regla es jamás uses en la ciudad todo lo que puedas usar en la playa , descartar los materiales sintéticos e incorporar  las fibras naturales  pues  siempre  son más amigables . Recomiendo  también llevar a mano un foulard o un cardigan para protegerse de los imprescindibles aires acondicionados”.


Perteneciente a la generación de diseñadores emergente  de la Universidad de Buenos Aires en los años ´90 y ganador del concurso Alpargatas para nuevos talentos en 1993, Ramírez se ha erigido como referente nacional de la moda a través de sus elegantes diseños de sobriedad B&W y sus remisiones constantes al estilo argentino.  Destacado en el libro Samples de la editorial Phaidon como uno de los cien mejores diseñadores globales, el monocromatismo sofisticado del estilo de Pablo Ramírez lo ha llevado a formar parte de las grandes pasarelas nacionales e internacionales.

Su última colección, L´Ecole, con la que participa de esta edición de Buenos Aires Runway,  desfiló en la última “Mercedes Fashion Week” realizada en Estocolmo.

Su estilo fue ovacionado en la primera edición de BAF Week por la mítica cazatalentos de la moda  Isabella Blow  y una década más tarde luego de su desfile en el Mercedes Benz Fashion Week de Berlín 2010, la experta  Susy Menkes le disparó ¿Por qué no mostrás tus diseños en París?”.  En su paso por Buenos Aires,  Scott Schuman lo fotografió para su blog The Sartorialist,  durante un  fitting y ataviado con  un delantal de trabajo austero y dark

http://www.pabloramirez.com.ar/

Save the date! EApertura: el desfile de Pablo Ramírez será el jueves 3 de noviembre a las 12hs.
La cita es en el CMD: Algarrobo 1041, Barracas (cómo llegar, click ACA). Entrada libre y gratuita.

Texto: Buenos Aires Runway

Campaña Spring 2012 de Pablo Ramírez

Campaña SS 2012 de Pablo Ramírez, realizada en el Instituto Felix Bernasconi.

Ficha técnica:
Foto: Gustavo Di Mario
Estilismo: Simona Martínez
Make Up: Vero Momenti
Pelo: Juan Beltran
Los modelos: Fausta Fabris, Camila Castares, Federico Mosquera, Julieta Enriquez, Giuliana Caramuto, Axel Boer


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La campaña completa, clickeando en la fanpage de facebook de Ramírez

Milagros Schmoll & Pablo Ramírez, desde Londres

Spring 2012: Ramírez en Stockholm Fashion Week

Uniformes Aerolíneas Argentinas - La Nación


Moda a bordo
Los modelos de Pablo Ramírez levantan vuelo
El diseñador creó los nuevos uniformes para Aerolíneas Argentinas y Austral

El italiano Gianfranco Ferré diseñó los uniformes de Korean Air. Christian Lacroix hizo lo propio para Air France. Richard Tyler firmó una colección para Delta y Julien MacDonald le dio un nuevo look al personal de British Airways.

La tendencia de los diseñadores reconocidos que se ocupan de los uniformes de las compañías aéreas aterriza ahora en la Argentina. En este caso, con la colección del prestigioso Pablo Ramírez para Aerolíneas Argentinas y Austral, presentada días atrás en Tecnópolis con un pequeño desfile conducido por Teté Coustarot.

Un año y medio atrás, Ramírez ganó un concurso en el que la aerolínea de bandera recibía propuestas para renovar el guardarropa de su personal. "Entonces lo tomé como una propuesta más, nunca pensé que efectivamente terminaría por diseñar los uniformes -recuerda el diseñador -. Pero eso era apenas el comienzo de un año y medio de trabajo para vestir a unas 5000 personas."

"Clásico, elegante, atemporal", son los primeros adjetivos que enumera el autor sobre su colección de alto vuelo, que incluye modelos femeninos y masculinos para tripulantes y personal de tierra, ahora mismo en proceso de producción para salir al ruedo en las próximas semanas.

Para esta misión, Ramírez, que ganó su primer concurso importante en 1994 justamente con un proyecto de uniformes escolares en jean para Alpargatas, se entrevistó con un centenar de empleados de distintas áreas de la compañía. "Les presentaba bocetos y ellos me hacían devoluciones según sus necesidades y requerimientos específicos", explica.

Aparte de lo puramente estético, el personal de a bordo, por ejemplo, le transmitió su preocupación por temas prácticos, como las arrugas después de un vuelo de más de diez horas, las casi inevitables manchas de café y las diferencias climáticas entre un punto de partida y un destino en distintos hemisferios y estaciones opuestas. "Las faldas que usaban las azafatas hasta ahora, sin ir más lejos, llevan unos tajos muy incómodos para los movimientos que tienen que hacer todo el tiempo", describe, detallista.

Entre otros talleres, los nuevos uniformes de la aerolínea de bandera se confeccionan en la fábrica textil recuperada Brukman

* Nota publicada en el Diario La Nación
7/8/2011

Exposición de fotos: ES DIFICIL ELUDIR LA ARMADURA FUNDAMENTAL

Entrevista a Pablo Ramírez en la revista "Uno Mismo"

“Lo único que te define como persona es lo que hacés”
Considerado uno de los mejores diseñadores de moda del país, siente que su máxima creación fue trabajar seriamente por su salud integral. Además, cree que la elegancia es accionar para ser quienes queremos ser.


Diego Oscar Ramos - Revista Uno Mismo




“Sagrada seda natural, inmaculada organza, santísimo tul, bendito satén…”, reza una mujer, mientras afuera el mundo se muestra en sonidos de agua, campanas y hasta una lejana cumbia. Como banda de esas películas en blanco y negro que le gustaba ver en televisión cuando era niño, el montaje sonoro fue parte de un desfile de una colección de Pablo Ramírez y hoy puede escucharse al entrar en su página de Internet. Reconocido por un estilo que – en sus propias palabras o la de distintos especialistas – es mencionado con términos como sobriedad, teatralidad, romanticismo, minimalismo o sofisticación, una de sus marcas está en un por ahora eterno color negro presente en sus colecciones. Y si bien lo complementa con blanco o algunas veces rojo, la reiteración cromática parece una muestra de fe en su sentido estético. Esa confianza ha sido una brújula para sus movimientos. Y más allá de que palabras elogiosas de autoridades como Isabella Blow - estilista británica quien fuera directora de moda de medios icónicos como Vogue – han ayudado a dar mayor visibilidad a su arte, asegura que son sus sentimientos los que lo llevan a tomar decisiones claves en su carrera. Y si cada vez está más consolidado su reconocimiento profesional, donde más se ha mostrado consecuente Ramírez es en hacer que su vida sea tan coherente como su arte. El cambio corporal notable que tuvo –bajó en menos de un año cerca de 50 kilos– tiene que ver con un trabajo interno que hace que él mismo pueda ser hoy parte de una fiesta estética que por mucho tiempo fue sólo para los otros. Por eso hoy puede hablar de su historia, con la firmeza de quien ha sabido ser su propio constructor, atento a sus debilidades y más a sus certezas.


- ¿Qué sentido le da al montaje sonoro presente en su página?
- Esa letanía (diseñada por la cineasta Lucrecia Martel y protagonizada por la actriz Marilú Marini) me representa mucho. Fui a colegios religiosos, me sale siempre algo de monje. Y tengo tal devoción por el oficio en sí, por el material, que es lo que mejor me representa, no hay una música que hable de eso.



- La elección de algunos sonidos, como melodías de cumbia, parecen bien alejados del glamour asociado a la moda.
- Tiene que ver con mi naturaleza y mi historia. No vengo de una familia tradicional. Construí este mundo con la cabeza puesta en un imaginario y el cuerpo en otro. Nací y me crié en un pueblo (Navarro, provincia de Buenos Aires) y para mí fue tan adverso ese entorno que desarrollé la imaginación para transportarme a un mundo que me gustara más.



En ese sentido, al terminar el colegio primario, Ramírez les pidió a sus padres que lo pusieran pupilo en un colegio de la orden marista, que estaba en Luján. Lo vio como una opción de salida, una llave de salida directa que se le ocurrió al apenas saber de la existencia de ese instituto. Claro que esa misma convicción de solución al tedio le dictó, luego de toda una serie de trámites que hicieron sus padres, que tampoco era un lugar donde podría estar mucho tiempo. No pudo decirlo a su familia, pero al año se suspendió el sistema de pupilaje y él estuvo libre de permanecer en un lugar del que, de todos modos, reconoce como fuente de gran fe religiosa y sensaciones místicas. También de valores estéticos. “Siempre me gustó el hábito religioso, esa cosa negra y en los maristas, estéticamente, había algo en la arquitectura, en la escala, en el espacio”, reconoce hoy el diseñador, para quien el lapso de pupilo le dio cierto temple a su carácter y aportó experiencias para él inéditas ligadas a las formas de sociabilidad en un entorno mayormente masculino. Así lo explica: “Antes de ir no tenía un círculo de amigos varones, todas mis amigas eran chicas, y me di cuenta que podía tener un rol. Entré siendo el sensible, el artista, todo eso que no tenía nada que ver con la masculinidad. Como nunca me gustó el fútbol, al segundo día de estar en la cancha sin moverme, el cura me puso en una especie de kiosco del colegio. De repente pasé a tener un rol”.


- ¿Cómo se va definiendo su vocación?
- Antes de irme de pupilo había querido ser bailarín. Hice dos años en una escuela de ballet. Pero no me dejaron ir más. Mi mamá me dijo que no me anotara, porque mi papá dijo que no me iba a dejar ir. De grande entendí que tenía que ver con el prejuicio, con la exposición. Ya era raro como para reforzar la diferencia. Pero fue dificilísimo. En esta construcción imaginaria de lo que me gustaba estaban las artes escénicas, pensaba que bailar tenía que ver con la forma de expresarme. Sufrí mucho. En los maristas tuve que hacer un trabajo de tema libre e investigué sobre ballet. Fue una rareza para ellos que yo apareciera hablando de eso.



Al regresar a Navarro, la elección fue simple para Ramírez. Antes que una escuela técnica, una comercial o una agraria, prefirió un bachiller sin restricción de género al que, por tradición, sólo iban mujeres. Como en su pueblo la mayoría de sus vínculos de amistad eran femeninos, hizo el secundario siendo el único varón cursando junto a casi cuarenta mujeres. Allí, una devoción por la figura femenina - que ya venía demostrando desde muy pequeño en dibujos de gran sentido estético - se fue alineando a la sensación de que iría a ganarse la vida con una profesión estética. Y mientras la literatura o la docencia aparecieron como otros caminos probables, solía diseñar vestuarios para actividades escénicas de su hermana más próxima en edad. Hasta que, con quince años, vio una oportunidad en la publicidad de un concurso de diseños de la empresa Alpargatas.
A pesar de que había que ser mayor de edad mandó sus trabajos. La respuesta le llegó por correo: elogiaron su arte e indicaron que siguiera por ese camino. Al terminar el secundario, en 1989, la apertura reciente de la carrera de Diseño de Indumentaria en la Universidad de Buenos Aires fue una señal precisa de los pasos que debía dar. Se mudó a la capital, viviendo primero en una pensión y luego en un departamento, ya con su hermana, recibiendo ayuda económica de su padre, hasta que falleció de un infarto en 1993. “Fue un momento de mucha inestabilidad, mi hermana y yo ya no teníamos sustento, empecé a buscar trabajo de todo, pero no conseguía nada”, comenta Ramírez, que entonces hasta rindió examen para ser bancario, pero sólo percibió una salida real a su crisis económica y emocional cuando supo de un nuevo concurso de Alpargatas, cuyo premio mayor era un contrato laboral y un viaje de estudios.



- Tuvo allí una sensación de seguridad…
- Sí, como con lo de los maristas. “Acá esta la llave”, sentí. Me presenté, llevé los bocetos, a los quince días me llamaron. Todo fluía con naturalidad, estaba muy seguro. Había quedado finalista, llegué a la final, preparé un desfile, trabajé durante dos meses y cuando llegó el momento, el conductor dijo: “Primera mención: Pablo Ramírez. Además, hay un premio sorpresa, en el jurado dos diseñadores franceses quieren premiarlo para desarrollar su primera colección en París”.



- ¿Apareció entonces alguna sensación religiosa?
- Fue una fe propia, una suerte de gran certeza. A la vez había algo místico, porque sentía que era lo que tenía que suceder. Sabía que mi trabajo estaba bien y sentía que ese era el momento de la oportunidad. Se habían unido tiempo y espacio.



A sus 24 años, Ramírez llegó a Paris, en su primer viaje a Europa, le dijo a su madre que si le gustaba podría establecerse allí. Pero más allá de los placeres profesionales, se sintió desarraigado. Y como con el colegio marista, supo que allí tendría que aprovechar al máximo todo lo que pudiese aprender, pero no era su lugar. “Sentí que estaba haciendo otra carrera de nuevo trabajando allí, conocí todas las casas de moda, lo que había visto en los libros, las películas, fue un momento buenísimo”, asegura Ramírez sobre la ciudad donde se daría un episodio fundante para su trayectoria. Un amigo a quien le diseñara un abrigo en Buenos Aires, le dijo que lo llevara para abrigarse del frío europeo. Y fue ese diseño el que recibió elogios de personas en la calle que querían comprárselo. “Era un tapado largo, como de cura, perfecto”, lo define hoy Ramírez, quien estaba lejos entonces de pensar que tendría una marca propia. Lo que quería era entrar al mundo de la moda. Y lo había logrado. Al volver a Buenos Aires quería vivir de lo suyo. Comenzó a trabajar como diseñador para Alpargatas, inicialmente. Luego para otras marcas de prestigio dentro del circuito de la moda argentina. Comenzó a crecer profesionalmente, durante los ´90, llegando a ser jefe de Producto y desarrollando proyectos ligados a la escena artística, como vestuarios para conciertos de rock. Pero las crisis económicas alcanzaron también a su desempeño. “Sentía que subía escalones que se iban cayendo”, relata hoy con ímpetu cinematográfico y cuenta que, ya sin trabajo, aceptó la invitación de una amiga modelo a acompañarla a Estados Unidos. Allí comenzó a realizar unos diseños para intentar insertarse laboralmente. Pero luego de un llamado para trabajar aquí, esos bocetos le sirvieron para presentarse a un concurso del gobierno porteño donde, más que premios, recibió una impresionante aceptación comercial en la subasta final. Allí ya estaba consolidado su estilo elegante, austero, de riguroso negro. Y su don de estar en el lugar preciso lo hizo ser admirado por una productora del certamen, quien le facilitó pasarela y modelo para que hiciera una muestra propia de su trabajo.


- ¿Esa fue otra llave?
- Otra llave, más bien lúdica. Porque ya no estaba escapando. No tenía que encontrar una solución. Terminó ese desfile y estaba satisfecho, fue haber concretado todas las fantasías.



Allí logró repercusión de prensa. Hizo una cierta clientela, armó un showroom con una diseñadora los fines de semana. Una clienta suya quiso asociarse y logró financiar una segunda colección. La sociedad duró cuatro meses, halló nueva socia e una amiga e hizo su tercera colección. Llegó la crisis del 2001, trabajó solo, fueron apareciendo nuevos inversores, muchos elogios nacionales e internacionales, la instalación en sociedad de locales de cierto lujo en lugares como Recoleta que nunca sintió como propios. Hasta que se estableció en 2005 en San Telmo, ubicado en la misma calle donde se diera su primera presentación como diseñador. En todo este tiempo, desde sus primeras dudas por ponerle su propio nombre a sus indumentarias hasta las crisis con sociedades que no estaban en sintonía total con sus búsquedas, Ramírez supo guiarse por mensajes que venían de sí mismo: “Sé que hay gente -sostiene el diseñador- que si estuviera en otro lugar vendría más, pero me siento mejor actuando con pasos seguros y si no estoy del todo convencido sobre algo es mejor escuchar mi voz interior”.


- ¿Para escucharse, ha hecho algún trabajo terapéutico?
- Sí. Cuando mi papá vivía, fui al hospital Ameghino e hice terapia por tres años, con varios analistas. Con la segunda trabajé el duelo de mi padre, ahí surgió lo del concurso y me fui de viaje. Cuando vine seguí con ella, pero de forma particular. Estuve siete años, hasta que se fue a vivir afuera. Hubo años que interrumpí. Y luego empecé con un psiquiatra sistémico.



- ¿Qué fue lo que más siente que logró en todo ese proceso?
- Para mí fue reconciliarme con mi pasado: mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, hasta sentir una gratitud en un punto. ¿Qué hubiera sido de mí si no hubiera sufrido todas esas adversidades? ¿Tendría la imaginación que tengo? Capaz que sí, que hubiera sido mejor. Pero igual es reconciliación. Después, el tiempo que hice sistémico fue como ir al gimnasio: tengo caído acá, trabajo con esto, hay un problema con tal cosa, enfrento eso. - Y hubo un gran cambio corporal también. - Sí, tuve primero un cambio corporal, que fue muy rápido y no lo pude sostener. En el 2008, estaba haciendo el trabajo sistémico, parecía que estaba todo bajo control, pero me sentía profundamente infeliz, no le encontraba sentido a nada. En un momento, ese psiquiatra me dice que yo no tenía problemas con mi cuerpo. Me di cuenta que había construido un personaje que hasta mi psiquiatra había comprado.



- ¿No le habría dicho eso para movilizarlo?
- No… O capaz que sí. Me dijo que si estaba yendo hacia un lado y lo que conseguía era algo, lo que quería era eso. No era que quisiera en realidad ir a otro lugar pero sin obtener resultados. Y entonces, como había tenido una experiencia con el tratamiento del doctor Máximo Ravenna, me metí ahí. Lo que hice fue mover el sistema: si yo funciono de esta forma y el resultado que tengo es éste, si ese resultado no me gusta me tengo que contradecir. No haría nada de lo que me gustara o me hiciera sentir cómodo. Entonces decidí ir al grupo terapéutico todos los días, a las 8 de la mañana y hacer la dieta monótona.



Mediante esas ideas matrices, radicales, el tratamiento hizo que cambiara fuertemente su aspecto e incorporara percepciones firmes sobre de sí mismo y la vida: “Lo más transformador, más allá de lo físico, fue haber descubierto que tenemos la capacidad de hacer con nosotros lo que queramos”.


- ¿Pudo rediseñarse?
- Sí. Cuando llegué a bajar 58 kilos en ocho meses me di cuenta que esa fue mi mayor creación. Todos tenemos tendencia a definirnos, pero lo único que verdaderamente te define es lo que hacés, lo demás son creencias. Me lo probé de muchas formas, como contradecir eso de que soy una persona que a la mañana no se puede levantar. Y es la primera vez que tengo alineados mi cuerpo y mi persona con mi trabajo, porque hacía algo de lo cual no participaba: la elegancia, la armonía, embellecer personas. Participaba sólo con mi mente. Yo me abstenía. Y eso es muy raro.



- ¿Trajo cambios como diseñador esa nueva conciencia?
- No siento que haya habido cambios. Mucha gente fantaseaba: “Ahora vas a salir a mostrar más”. Y los gustos, el nivel estético, siguen en el mismo lugar.



- Uno de los aspectos de su estilo que más suelen destacarse es la extrema elegancia. ¿Cómo definiría lo elegante?
- La elegancia, por el contrario de lo que puede entenderse, no es algo heredado ni natural, es una construcción. Tiene que ver con la educación, los modales, la cultura, los libros que leíste, los lugares donde viajaste, lo que comés, lo que tomás, cómo te comportás. Cuando uno puede hacer un gran trabajo consigo mismo, en un punto puede empezar a prescindir de lo de afuera. Y el despojo o la síntesis en lo que usás es lo que hace que muestres tu esencia. Alguien que tiene un universo exterior sobrecargado, sin contenido, necesita distraer. La elegancia es la falsa simpleza, de algo o alguien, aparentemente simple, que está muy elaborado.



- ¿Hay valores que sienta como elegantes?
- Sí. Guardar un papel y no tirarlo en la calle lo es, tiene que ver con el bien común. Si se pasó la hora de sacar la basura, la guardo en mi casa. Lo elegante está en los límites. Tenerlos es no cruzar un semáforo en rojo. Los límites son los que muestran cómo es alguien, si tiene una conducta, si puede manejarse dentro de determinados parámetros, si tiene educación. Me parece poco elegante la gente que se queja pero no hace nada.



- Y específicamente en los afectos, ¿dónde aparece la elegancia?
- (Piensa) Hacer regalos es elegante, llevar unas flores, una botella de vino, ir a una casa y llevar algo. Es una de las cosas que más disfruto en la vida. Me da ilusión, me encanta pensar en alguien, comprarle algo, envolver el regalo.



- ¿Y actos de elegancia para con usted mismo?
- Levantarme todas las mañanas a las seis y cuarto para ir al gimnasio de siete a ocho. Tiene que ver con la construcción de quien quiero ser, más que con si tengo los brazos duros o la panza chata.



- ¿La moda le ha dado preguntas y respuestas existenciales?
- Sí. Todo el tiempo, me pasa con los clientes. En lo que hago hay varias instancias. Una es cuando presento la colección o hago fotos, de muchas formas muestro mi mundo interno, cuento una historia. Otro momento es cuando la gente viene al local y ve la ropa colgada, sin el contenido del desfile. Y otro bien diferente es cuando entran al probador y salen con el traje puesto. Toma un nuevo sentido, aparece otra cosa. Las devoluciones que he tenido son geniales, me pasó de alguien que me dijo: “Mi padre me miró por primera vez de otra forma a través de tu vestido”. Montones de cosas así. Cuando se presenta una colección es una cosa bastante ensimismada, es algo mío, para mí. En cambio, en lo otro hay una persona con sus necesidades, a quien le doy todo de mí, para que se lleve eso, que apropia.



- ¿Eso le da sentido mayor a lo que hace?
- Sí. Absolutamente. Tengo una ética: no me gusta hacer nada que le pueda quedar mal a alguien. No me gusta exponer a alguien al ridículo, a lo feo. Sé que hay cosas que comercialmente funcionarían más o me iría mejor. Pero no estoy dispuesto a pagar ese precio. No me sentiría bien.



- ¿Tiene algún nuevo deseo de creación?
- No sé. Tengo la suerte de que todo el tiempo tengo propuestas. Muchas descarto, en otras me involucro. Algunas me dan posibilidades de expandirme o crecer mentalmente. La verdad es que la fantasía que tengo es sentir que puedo realizarme, que puedo llevar todo esto con
tranquilidad. Y que todo esto fluya.

"No me aburre para nada hacer ropa negra"

Pablo Ramírez es uno de los nombres más importantes de la moda argentina. Su curriculum vitae incluye varios hitos: la legendaria editora de moda inglesa Isabell Blow aplaudió unos de sus primeros desfiles de pie. Y sus illustraciones, que son por cierto espectaculares, figuran en el libro "Fashion Illustrations by fashion designers" al lado de bocetos firmados por Badgley & Mishka, Anna Molinari y otros top designers. Ha cosechado las mejores críticas con sus desfiles no sólo en Buenos Aires sino en Nueva York, Berlín y Colombia. Susy Menkes del Herald Tribune le dijo en un backstage que tenía que desfilar en París "porque sería todo un éxito". Alber Elbaz, el modisto de Lanvin, llegó a su tienda de SanTelmo porque admira su trabajo. Y su foto apareción en el blog The Sartorialist cuando Scott Schuman, el blogger más conocido del mundo, pasó por Buenos Aires.

Su estilo es elegante, sofisticado, con un inconfundible sello retro y el color negro es su fetiche sumado al blanco. Niño mimado de famosas como Natalia Oreiro, Leticia Bredice, Natalia Lobo, Cecilia Roth y Mia Maestro, entre muchísimas más, ha trabajado mucho también en vestuarios de teatro (Julieta Diaz y Marilú Marini, por ejemplo) y tevé (Ernestina Pais para CQC, Roth en El Elegido).

En estos días su talento forma parte de la muestra Patria Petrona que puede visitarse en la Fundación Proa de La Boca y se prepara para sorprender, una vez más en la pasarela internacional, en la próxima edición del Mercedes Fashion Week de Estocolmo. De eso y mucho más, habló para Valeria Mag



Siempre sos noticia Pablo. Ahora por Patria Petrona. ¿Qué te aporta a tu vida, a tu carrera, participar de un evento artístico que va más allá de la pasarela?

Participar en un evento como este en Proa para mí es un lujo, una gratificación enorme, porque me nutre muchísimo. Tener la posibilidad de expresarme como un artista, sin tener que pensar en un cliente.


Sé que adorás a Alfredo Arias. ¿Con que otros directores te gustaría trabajar?

Alfredo es un genio, me siento muy halagado de formar parte de estar muestra con él. Hay muchísimos artistas que admiro con los que me gustaría trabajar: David Lynch, Tim Burton, Pedro Almodovar…


¿Soñabas cuando arrancaste en la moda con una carrera tan productiva?

Lo único que soñaba era trabajar y vivir de esto, así que en ese sentido puedo decir que mi sueño se hizo realidad.


¿Cómo era tu relación con la moda cuando vivías en Navarro, tu pueblo?

En aquel momento no había toda la información que hay ahora, así que me desesperaba leyendo cuanta nota aparecía publicada, viendo en la tele los micros de 3 minutos de Roberto Giordano que era el único que mostraba algo de desfiles… y estaba todo el tiempo dibujando e ideando vestuarios y escenografías.


¿Te costó imponerte en la gran ciudad?

Al principio fue duro, no conocía a nadie, no tenía ni la más mínima idea de cómo poder ingresar al medio, y el único contacto que tenía era la Universidad de Buenos Aires, que me abrió la cabeza hacia un mundo completamente nuevo. Fue gracias al concurso “Tela y talento” de Alpargatas que pude entrar en el mundo de la moda.


Recuerdo en uno de tus primeros desfiles haber visto a Isabella Blow de pie aplaudiendo eufóricamente.... ¿Cómo lo viviste?

¡Ese fue un sueño hecho realidad! Lo viví como eso, como algo histórico. Fue muy emocionante y excitante, ella, un ícono de la moda internacional, entrando al backstage con lágrimas en sus ojos, desvistiéndose, tirando sus Mc Queen´s al suelo para ponerse mi ropa! Fue muy fuerte…


A diferencia de muchos diseñadores que se adaptan a las consignas vos siempre tenés un estilo y vas contra la corriente. ¿Te divierte ser el hombre de negro de la moda argentina o ya te aburrió el slogan?

¿Tengo ese slogan? ¡Me encanta! (risas). No me aburre para nada hacer ropa negra y seguir trabajando temporada tras temporada intentando construir un estilo propio. Me parece el mayor desafío y me apasiona hacerlo.


¿Cómo pensás las colecciones?

A veces las pienso como una continuación de la colección anterior y otras, como lo opuesto, puede que decida contradecirme de la anterior y cambiar el foco de la silueta hacia otro lado, también depende de mi ánimo puedo estar más melancólico o más alegre… aunque nunca me lo proponga, mis colecciones son absolutamente autobiográficas (risas).


¿Cuáles son las prendas fetiches by Ramírez?
El vestido negro, la camisa blanca y el trench.


¿Es cierto que una vez hiciste una colección multicolor para demostrar que no eras daltónico porque circulaban rumores con esa teoría?

(Más risas) No, no fue así. Si bien supe que decían que yo era daltónico, lo cual me parece genial. Yohji Yamamoto dice que él hacer ropa negra porque es muy perezoso para ponerse a pensar colores todas las temporadas. ¿No es genial? Bueno yo en realidad hice esa colección para complacer a los que en aquél momento eran mis socios-financieros, y ante ese pedido, respondí irónicamente con una línea de vestidos de noche, con color para el Carnaval.


Si no hicieras moda en Buenos Aires ¿En qué lugar del mundo la harías?

En París.


¿Quién es tu mujer fetiche?

Hay muchas: Carmen Dell´Orefice, Dita Von Teese, Ines de la Fressange ¿Una argentina? Marilú Marini.


¿A quién te falta vestir?

A tantas… A Dita por ejemplo. Pero especialmente sueño con vestir a Sheika Mozah Bint Nasser Al-Missned, más conocida como la jequesa de Qatar.


Estas partiendo una vez más al Mercedes Benz Fashion Week, esta vez en ESTOCOLMO. ¿Qué expectativas tenés?


Muchas. Primero, la posibilidad que me da Mercedes Benz de conocer una ciudad maravillosa como promete ser Estocolmo y también la gran responsabilidad de mostrar mi trabajo ahí.

Pablo Ramírez en Pasarela Nacional

Pablo Ramírez estará presente con el vestuario de la obra "Sin Pecado Concebido" a cargo de la compañia No Bailarás dirigida por Silvana Grill, quienes representarán pequeños fragmentos del show y donde se verá una parte del vestuario realizado por Ramírez. Estos serán los looks que se verán en Pasarela Nacional en Tribuna Plaza:


HOMBRES DE GRIS


CHICAS DE GRIS


underwear


HOMBRES DE ROJO


CHICAS AL ROJO VIVO 3


1
2
3


La cita será este jueves 2 de junio a las 20hs en Complejo Tribuno Plaza: Av. Del Libertador 4401, Capital Federal.-
La compañía No Bailarás lució este vestuario en el Teatro de la Ribera.

Actrices vestidas por Pablo Ramírez en los premios Martín Fierro 2011

Pablo Ramírez estuvo a cargo del vestuario de Leticia Brédice, actríz ternada por su participación en Los Impostores, Catherine Fulop, ternada por el programa Talento Argentino y Natalia Oreiro, la conductora de la gala de los Martín Fierro 2011.
Así fueron sus looks:

Natalia Oreiro:
 Leticia Brédice:
 Catherine Fulop:

Vestuario de Pablo Ramírez para "Inventarios"

Se estrena en Ciudad Cultural Konex "Inventarios" de Philippe Minyana y Pablo Ramírez está a cargo del vestuario de la obra de teatro dirigida por Gonzálo Martínez.

Las funciones tienen lugar los viernes y sábados a las 20.30 y los domingos a las 19hs en Sarmiento 3131, Abasto.


Shoot para la Revista Susana - diciembre 2010 -



Pablo Ramírez por Carla Rodríguez - 10 años

Tiene el talento, tiene la obsesión y la pasión de los genios.
Es dueño e un estilo elegante, noble, chic, austero, casto y sensual.
El negro es su fetiche, las siluetas eternas sus preferidas, el corte perfecto su religión y las telas nobles sus
mejores aliadas. Sus desfiles sensibilizan, emocionan, se miran en silencio, se disfrutan.
Sus colecciones son la mejor expresión de la moda unida al arte. En "Casta" nos contó quien era, de donde venía,
nos habló de su inñez. En "Tango" nos mostró la sensualidad de su estilo. En "Pueblo" nos recordó de donde vinieron nuestros abuelos. En "Fiesta" pidió prestado aglunos colores y nos hizo reir un rato.
En el resto de las colecciones . . . Siguió sorprendiéndonos una y otra vez. Sin respiro.
Isabella Blow, nada menos, lo apludió de pie.
Susy Menkes lo felicitó en el back de Berlin Fashion Week.
Juan Gatti, fotógrafo de Vogue, lo homenajeó en Europa.
Alfredo Arias lo convocó para el vestuario de sus obras en París.
Natalia, Susana, Leticia, Carla, Mía, Cecilia, Inés, Susu, Celeste, Dolores, Marilú … todas han pisado la red carpet con un Ramírez.
Alber Elbaz lo descubrió en la web y llegó hasta su tienda en San Telmo para conocerlo y expresarle su admiración.
Karl Lagarfeld lo contactó pero la lluvia agendó una asignatura pendiente.
El libro "100 fashion designers" lo considera uno de los diseñadores mas influyentes de la moda actual junto a
Nicolas Ghesquiere, Hedi Slimane y Olivier Theyskens.
Sus dibujos han aparecido en el libro "Fashion Illustrations" by fashion designers junto a Karl Lagerfeld,
Gianfranco Ferré, Christian Lacroix e Yves Saint Laurent.
Pablo Ramírez. 10 años.
Se que irá por mucho más.



Carla Rodriguez

Caperucita Sublime por Pablo Ramírez

El desfile "Caperucita Sublime" por Ramírez para Sancor en BAFWEEK será el martes 22 de febrero a las 17hs en La Rural.


Los Esperamos!


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Más looks de Caperucita Sublime

Continuamos presentando a la Caperucita glamorosa que presentará Pablo Ramírez este martes 22 de febrero a las 17hs en la jornada inaugural del BAFWEEK:

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Créditos: Todas las imágenes pertenecen a Pablo Ramírez

Los looks de Caperucita por Ramírez

El próximo martes 22 de febrero a las 17hs, Pablo Ramírez inaugura la pasarela del BAFWEEK con el desfile "Caperucita Sublime" en alianza con la marca Sancor.
Serán 10 pasadas y en esta primera parte adelantamos algunos looks:

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(Créditos: todas las imágenes pertenecen a Pablo Ramírez)

SIGUE EL MERCADO RAMÍREZ!

Hasta agotar stock, en la tienda Ramírez sigue el tradicional Mercado Ramírez. Algunos precios que podés encontrar en Perú 587, San Telmo:


Tapados por $950
Vestidos a $400
Faldas a $300
Pantalones $200
Blazer por $550
Camisas a $250
Para Ellos:
Pantalones por $250, Camisas a $390 y Sacos $400.


Te esperamos!

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Mercado Ramírez 2011

Pablo Ramírez vestirá a Caperucita para una marca en BAFWeek

En su impecable tienda de San Telmo, puesta de nuevo a punto con la entrada de 2011, Pablo Ramírez trabaja a toda marcha sobre el personaje de cuento infantil, Caperucita Roja, que presentará en BAFWeek de la mano de SanCor Sublime, el martes 22, a las 17.


Esto de convocar a Pablo Ramírez es un gusto que se da esta línea de postres de sabores sofisticados para adultos para llevar a la pasarela al personaje que lo identifica en sus gráficas y comerciales.


-¿En qué consiste la presentación?

-Es una minicolección de 10 modelos, en la que la prenda ícono es la capa roja. Desarrollaré al máximo todas las variantes posibles: desde lo aniñado y naïve hasta lo más teatral y dramático de la aventura de cruzar el bosque. También involucra el misterio, esa división del personaje entre la bondad y la maldad, el buen camino que le indicó su madre o la tentación. Van a convivir estas facetas.


-¿Qué tiene de particular Caperucita para poder llevar tu estilo ya que no es aniñado ni sexy?

-Tiene que ver más con la inocencia, más que lo aniñado. Podría ser incluso más como una Lolita, una niña que juega a ser mujer.


-¿Por qué la mujer Ramírez no se concede prendas sexy y no muestra su piel?

-Porque el punto de partida es la elegancia. Para mí el concepto es algo que le sienta bien a todo el mundo, algo democrático. El largo de la falda no puede ser por arriba de la rodilla, me parece injusto hacer que alguien exhiba una rodilla que por ahí no está bien. Intento mostrar lo mejor de cada uno y que sea para todo el mundo igual. Si una clienta viene a hacerse algo especial y tiene unas piernas divinas y quiere una mini se la puedo hacer, pero yo no me dedico a hacer minis. No me gusta mostrar nada por arriba de las rodillas. Eso favorece mucho más. Igual que los escotes, que me gustan, pero me parece que tiene que haber un equilibrio: si es largo tiene un poco de escote; si es corto, no debería tener para que la mirada se concentre en un solo lugar. No me gusta ver mini, escote, transparencia, brillo, todo junto... ¡Adónde miro! Me parece mucho más sexy sugerir que mostrar. Dejarlo librado al misterio y a la imaginación. Eso voy a hacer para Caperucita. Un personaje que sugiere, cubierto por una capa.





-¿Cuándo vas a presentar tu invierno?

-Qué buena pregunta. Estoy un poco atrasado. Será a fines de marzo o en abril.


-¿Qué tenés en mente?

-En mente ahora Caperucita (se ríe a carcajadas). Así como en la última temporada hubo mucho largo, mucho vuelo y superfemenino desde lo más romántico de Ramírez, para el invierno pienso contraponer eso con una propuesta bastante más masculina, una silueta femenina contenida y rigurosa, me la imagino bastante mala, un estilo entre Joan Crawford y Katharine Hepburn años 40, algo así como una mujer poderosa.


-¿Cómo aggiornás el estilo retro?

-Intento recuperar lo que me gusta con recursos constructivos, siluetas, líneas, pero lo hago a mi manera. Me inspiro en eso, pero no lo reproduzco tal cual. La intención con la que trabajo es la de hacer clásicos, sacarles la carga que tienen, rescatar lo mejor y quitarles el gesto de la época.


-Frente a la ausencia de color y líneas estrictas, la materia prima es fundamental. ¿Sos obsesivo con eso?

-Tengo un gran problema por la limitación que hay de materiales. Por ahí tengo una idea y tengo que reinventar lo que pensé en función de lo que consigo. Pero gracias a eso muchas veces surgen sorpresas. Para este verano aparecieron materiales como un lino con rafia que me dio volumen, y me encantó, no lo tenía pensado. Nadie del equipo creía que yo pudiera elegir esa tela porque daba rústica o étnica, y la llevé hacia otro lugar, con mi línea y mi figura. A veces venden telas divinas de algo superespecífico y traen mucha cantidad, pero no puedo usarlas porque la tela se va a ver en todos los shoppings. Y también es complicado si hay poca cantidad, porque si la uso y se termina y quiero hacerlo igual, otra tela no me sirve. No queda idéntico.


-¿Qué te gustaría recibir a esta altura de tu carrera, además de todos los premios que tenés?

-Los premios son un reconocimiento muy lindo, como una palmada en la espalda, vas bien, vas bien. Está bueno. La sensación que me dan es que cada premio que recibo es un empujoncito que me da mayor visibilidad, que me pone en un lugar de mayor responsabilidad, de cuidar todavía más lo que estoy haciendo. Y sí, me gustaría recibir con esto algún beneficio. En el caso de Fashion Edition fue bueno porque me llevaron a Berlín y este año viajo a la pasarela de Estocolmo, con todo pago. Y lo que digo siempre: tendría que existir alguna forma en la que se organicen políticas de Estado, productores, industriales y sponsors para que exista un apoyo concreto, porque estas palmaditas nos hacen mediáticos y eso le sirve más a otros que a nosotros mismos. Le sirve más al gobierno de turno para hacer un cóctel y sacar una foto. Te ves envuelto en situaciones en la que te preguntás para qué lo estoy haciendo. Por ejemplo, hace seis años que estoy con la tienda en San Telmo. A todo el mundo le parece fascinante que haya inaugurado un polo, con el riesgo que esto conlleva. Y no estoy obteniendo ningún beneficio por haber sido el primero en plantar bandera acá. Hago un desfile afuera y tampoco recibo ningún apoyo.


-¿Buenos Aires te inspira?

-Buenos Aires me encanta. La inspiración no viene siempre de una imagen, sino de estar en determinado lugar que te genera un bienestar, un humor que permite que uno pueda producir de cierta manera. Me encanta caminar por las calles Perú, Defensa e irme hasta parque Lezama y avenida Caseros, que se puso muy linda. Es el Buenos Aires que hubo antes, que me encanta. Hay una cosa de barrio con mucha energía. San Telmo no es show-off, tiene vida interior. No hay marquesinas para afuera. Otros lugares que disfruto son Florida y Córdoba, Harrods y plaza San Martín, lo máximo. También me gusta mucho ir a Proa. Cero ostentoso y tiene una vista maravillosa. Hace amigable el lugar.






-¿Sos escéptico u optimista? ¿Cómo afecta tu carácter en la ropa?

-Soy escéptico por naturaleza. Pero ahora estoy descubriendo que, en realidad, lo que a uno lo define es lo que hace. Uno puede cambiar, puede conservar lo que le gusta y cambiar lo que no conviene. Y a mí ser escéptico no me conviene. Pero es producto de la experiencia.


-¿Un Pablo Ramírez optimista sería colorido?

-No, no sé. Para mí el negro no tiene que ver con el pesimismo. Si tuviese que cambiar algo de mí eso no lo tocaría ya que responde a fines prácticos y estéticos. Por ahí un Pablo Ramírez optimista disfrutaría más de lo que le pasa.


-Nombrá tus colores por orden de importancia.

-Negro, blanco, azul marino, gris, marrón, rojo y beige. No necesito más.


-Confesá si usaste alguna vez color aunque sea para dormir.

-Tenía una remera colorada para dormir cuando era gordo. Ahora una rayada roja y blanca, marinera.


-¿Te cuidás mucho? ¿Hiciste un gran cambio de hábitos?

-Sí y lo vivo muy bien. Siento que esto no se trata sólo de cambiar el cuerpo, sino de algo que tiene que ver con conectarse con lo que uno verdaderamente quiere ser. Ahora de alguna forma me veo mucho más alineado a mi estética. Porque mi cuerpo no se correspondía con eso, si bien los demás no lo veían de esa manera. Pero así me sentía yo. Sentía que trabajaba para los demás en algo en lo que no podía participar. Me quedaba afuera. Ahora me levanto temprano, como más frutas, más verduras, tomo mucho líquido, que antes no lo hacía. Y eso, uno suele definirse por prejuicios, y cuando te das cuenta de que lo modificás no sos más eso, sos lo que hacés. Hoy me cuesta definirme. Por quien hablo, por quien era, por quien soy, por quien quiero ser. Igual mi naturaleza es más bien depresiva, dramática y escéptica, quisiera sacarme eso. Ahora que me siento más alineado con estas cosas de mi vida tendría que poder conectarme con el disfrute. Porque al final, todos la pasan bien conmigo, menos yo.


Por Gabriela Cicero


Nota publicada en el Suplemento Moda & Belleza de La Nación


Jueves 10 de febrero 2011

Pablo Ramírez en Bafweek Otoño / Invierno 2011

En el marco de los 10 años del BAFWEEK, Pablo Ramírez vuelve a su pasarela, esta vez para presentar un micro desfile "Caperucita Sublime", en referencia a Caperucita Roja y al flamante postrecito Sublime de Sancor.


La cita será el martes 22 de febrero a las 17 en el pabellón amarillo de La Rural (Av. Sarmiento 2704).

Campaña Bafweek Otoño Invierno 2011: Pablo Ramírez

Pablo Ramírez participa de la campaña de BAFWEEK Otoño Invierno 2011 con dos looks.


En esta edición, el BAF cumple 10 años y lo celebra con un homenaje al diseño de autor por lo que la campaña gráfica


Estará acompañada por 10 looks de diseñadores que han pasado por su pasarela ilustrando esta historia.

Re-apertura!

Tienda Ramírez empezó el 2011 renovada!

Los esperamos en Perú 587, San Telmo y estén atentos, el lunes 14 de febrero celebramos el día de San Valentín con el inicio del Mercado Ramírez.

2011: Reabrimos el 17 de enero - Los esperamos en la renovada tienda Ramírez


2011
La tienda Ramírez permanecerá cerrada por reformas.


Los esperamos a partir del lunes 17 de enero en Perú 587, San Telmo. Muchas gracias - Felicidades

Ramírez retratado en The Sartorialist

Depués de su paso por Buenos Aires, Scott Schuman, el hombre detrás del consagrado blog The Sartorialist, publicó la imagen de Pablo Ramírez trabajando en el backstage previo a su desfile en el Fashion Edition 2010, con la modelo Micaela de la agencia Hype.
Esta fotografía fue una de las pocas donde aparecieron personas ya que el fotógrafo solo eligió lugares de Buenos Aires, ignorando a todos los fashionistas argentos desesperados por un minuto de fama en el ciber espacio.








imagen: Gentileza The Sartorialist

Ramírez en Fashion Edition 2010

Como clausura del calendario de desfiles en Buenos Aires, Mercedes Benz junto al Faena Hotel organizan el Fashion Edition, un evento que selecciona las mejores colecciones de cada año y la premia.
Ramírez fue distinguido dos veces con este reconocimiento y en octubre 2010 fue elegido por Scott Schuman, el creador de The Sartorialist y como premio viajará a Suecia para presentar su colección en el próximo Estocolmo Fashion Week 2011.
En el año 2008 fue elegido por Stephen Gan, director creativo de Harper´s Bazaar y ésto le valió presentar su colección en Berlín en el Mercedes Benz Fashion Week 2009.



Postales de la noche del Fashion Edition 2010:


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Pablo Ramírez & Scott Schuman


Los looks:


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